Es un proyecto de
autogestión social, mediante el que un conjunto de personas de diferentes
localidades hemos decidido unirnos para llevar a la práctica los principios de
una sociedad alternativa basada en la cooperación, la justicia social y el
respeto al medio ambiente. A sabiendas de que juntos somos más fuertes para
cumplir nuestros objetivos y para defendernos de la grave crisis que padecemos.
Ítaca ha establecido por
unanimidad sus principios fundacionales y los ha recogido en unos estatutos
aprobados legalmente, entre los que destaca el carácter asambleario de sus
decisiones, la limitación de la desigualdad económica entre sus socios
trabajadores, la apuesta por un consumo sano y ecológicamente sostenible, y la
eliminación de la diferencia entre las figuras del empresario y el trabajador. En ítaca, sin renunciar a la rentabilidad económica, todos somos dueños y
responsables de lo que producimos y de lo que consumimos.
La expresión jurídica que hemos elegido para nuestro proyecto es el de cooperativa Integral, por ser aquella que mancomuna simultáneamente diversos tipos de actividad: consumo, producción y servicios. Pretendemos de ese modo asumir los principios del movimiento cooperativo, que surgió en los siglos XVIII y XIX como respuesta de las capas populares a las penosas condiciones de vida impuestas por el capitalismo. Movimiento del que Mota ha constituido siempre un ejemplo destacable.
La expresión jurídica que hemos elegido para nuestro proyecto es el de cooperativa Integral, por ser aquella que mancomuna simultáneamente diversos tipos de actividad: consumo, producción y servicios. Pretendemos de ese modo asumir los principios del movimiento cooperativo, que surgió en los siglos XVIII y XIX como respuesta de las capas populares a las penosas condiciones de vida impuestas por el capitalismo. Movimiento del que Mota ha constituido siempre un ejemplo destacable.
La cooperativa cuenta
con diversas secciones, actualmente en fase de formación. La primera es la
tienda, desde la que se gestiona el consumo colectivo de bienes de todo tipo,
no siendo su objetivo vender más barato que el resto de establecimientos, sino
disponer de márgenes de beneficio para el desarrollo del proyecto, concediendo
prioridad a la creación de oportunidades de empleo para sus socios en paro.
La segunda sección es el
banco de tiempo, mediante el que los socios intercambian pequeñas tareas
(labores de fontanería, jardinería, clases, idiomas, asesoramiento laboral,
recados, cuidado de niños, clases de baile, reparación de electrodomésticos,
etc.), manteniendo la equivalencia en unidades-hora de todas ellas.
Asimismo, cualquier
socio puede poner en marcha iniciativas económicas, también llamadas
microproyectos: horticultura, avicultura, servicio de comidas, editorial, etc.,
con el fin de abastecer las necesidades del resto de socios y de vender al
exterior. La cooperativa apoya y fomenta este tipo de iniciativas, actuando
como vivero de empresas. La creación de una moneda propia, convertible en
euros, o la promoción de la cultura y el crecimiento personal de sus socios,
son también objetivos a corto plazo.
Un socio de la
cooperativa integral ítaca tiene derecho a determinar de forma mancomunada el
precio de lo que consume, la calidad de lo consumido y el destino de los
márgenes de beneficio que genera su consumo.
A intercambiar sus
conocimientos y habilidades con el resto de socios en igualdad de condiciones.
A optar a los empleos y
recursos que genera la sociedad cooperativa.
A disfrutar de convenios
realizados por la cooperativa con terceros, que aprovechando el mayor volumen
de compra, mejoren los precios y las condiciones de lo que consume; y a ofertar
sus propios productos o servicios en situación de preferencia frente a los no
socios.
A ser protegido y
amparado, cuando se encuentre en situación de necesidad, con todas las
herramientas económicas y jurídicas que la cooperativa sea capaz de generar
para este fin.
La pertenencia a ítaca es independiente de toda filiación política o ideológica, está abierta a todas las personas, con la única condición de que respete sus principios, estatutos y acuerdos asamblearios, haciendo de la diversidad de opiniones y sensibilidades la base de su riqueza.
La pertenencia a ítaca es independiente de toda filiación política o ideológica, está abierta a todas las personas, con la única condición de que respete sus principios, estatutos y acuerdos asamblearios, haciendo de la diversidad de opiniones y sensibilidades la base de su riqueza.
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